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05·06·2024
La Semana Cultural, organizada del 13 al 18 de mayo, acogió diversas actividades: teatro, exposición, conferencia y congreso.
Congreso
Se clausuró la Semana Cultural con el Congreso, que reunió a unas 70 personas en Erribera y se dividió en dos secciones. Primero se ofrecieron charlas de historiadores y después se celebró una mesa redonda.
Tuvo como protagonistas a tres historiadores de reconocido prestigio: Peio Monteano, Xabier Irujo e Iñigo Larramendi. Los historiadores presentaron varias novedades históricas basándose en nuevos trabajos que han aportado una nueva visión de lo ocurrido en aquella época tan lejana.
El cantante Aingeru Gorrotxategi interpretó dos canciones propias sobre la Historia de Navarra, dando paso a los discursos.
Comenzó Peio Monteano (Villava-Atarrabia, 1963) donde explicó las líneas maestras de su libro “Vasconia en los siglos oscuros. De la caída de Roma al reino de Pamplona (409-905)”, basado en la tesis doctoral de Mikel Pozo. El historiador villavés relató cómo, tras la caída del Imperio romano, no fueron las élites romanas asentadas en Vasconia las que tomaron el control del país, sino los líderes militares vascones. Este hecho tan inusual certificaba que no había habido asentamientos visigodos en Vasconia. Los nuevos estudios también han certificado, en palabras de Monteano, que el poder político estaba situado en Pamplona y que los vascones tenían relaciones diplomáticas con visigodos y francos, a los que prestaban servicios, generalmente como tropas mercenarias.
Tomó el relevo Xabier Irujo (Caracas, 1967), que lo primero que destacó es la efeméride del 1.200 aniversario de la coronación de Eneko Aritza, primer rey vascón, en el año 824. Según Irujo no hay “muchas fuentes, ni crónicas ni, tampoco, demasiadas evidencias arqueológicas, porque no se han hecho muchas prospecciones, lo que ha dejado muchas incógnitas”. “Lo que sí podemos decir es que en este periodo del 778 al 824, se producen cuatro grandes victorias vasconas sobre francos y musulmanes, lo que los mantiene en el poder en Pamplona”, controlando un territorio que va a ser independiente, gracias a dichas victorias.
Terminó la terna de historiadores con la intervención de Iñigo Larramendi (L'Hospitalet de Llobregat, 1974) que ofreció a los asistentes su visión de aquellos años, desde la perspectiva alavesa. Esa relación de buena vecindad se certificó con la llegada al trono asturiano de Alfonso II, de madre vascona y origen alavés. “Los más de cincuenta años de reinado de Alfonso II —señaló Larramendi—, fueron muy relevantes, al no registrarse conflictos entre asturianos y vascones en los incipientes momentos del reino de Pamplona.
Una vez finalizadas las conferencias, se dio paso a una mesa redonda compuesta por personas de la sociedad civil y cultural del país: Idoia Arrieta (historiadora), Iñaki Idígoras (ingeniero) y Josean Beloqui (escritor), moderados por Ángel Rekalde de Nabarralde.
Idoia Arrieta sostuvo que “Eneko Aritza y sus contemporáneos formaron un estado, fundaron un reino.”
Iñaki Idigoras, por su parte, reflexionó en que “lo que más me ha sorprendido de esta historia es la grandeza de los acontecimientos. El ejército de Carlomagno, las fuerzas, la muchedumbre... ¡Increíble! Y casi lo hemos olvidado todo; nos lo han borrado todo”.
Finalmente, Josean Beloqui quiso resaltar la importancia simbológica del alzamiento en el pavés de los monarcas navarros, como uno de los elementos más característicos de la monarquía navarra que mejor simbolizan la tradición jurídico-política foral.
Las personas participantes, organizadoras y el Ayuntamiento han valorado positivamente el congreso y otras actividades que se han llevado a cabo.